💵 ¿Cómo de desequilibradas son las nóminas salariales de los jugadores de la MLS?
Los jugadores de la clase media-baja son los que sustentan el campeonato, pero la MLS no los está valorando como merecen y en la justa medida de lo que generan
El pasado 8 de octubre FC Cincinnati se tomó la revancha de las semifinales de la US Open Cup y ganaron por 0-1 a Inter Miami en un partido de la MLS. En el minuto 55 de aquel partido saltó al campo Lionel Messi para los locales, con la curiosidad de que el salario de la súper-estrella argentina ($20,4 millones en 2023) es mayor que el de todo el roster combinado del equipo que le terminó venciendo ($14,3 millones en 2023). Aquel día, además, coincidieron en el campo Messi, Sergio Busquets, Josef Martínez (Miami) y Lucho Acosta (Cincinnati): en total los cinco suman salarios de $28,8 millones anuales, mientras que el resto de las dos plantillas (un total de 63 jugadores con contrato) de Miami y Cincinnati no llegan ni a $25 millones anuales.
La MLS es la liga donde las estrellas mantienen su elevada cotización mientras el desequilibrio y la desigualdad salarial impera en las vidas de los jugadores mortales, dificultando el rápido crecimiento a largo plazo. Las ligas sobreviven por el nivel de su clase media (no por el de las estrellas), pero esta está viendo como para ellos los salarios no aumentan al nivel tan despiadado al que lo hace la inflación del mercado. En la MLS, la liga de soccer más importante de Estados Unidos, el salario promedio es de $543.000 anuales; sin embargo, la mediana del salario de los 924 jugadores de la liga es $282.000 anuales, el punto medio entre el puesto 462 con mayores ingresos y el 463.
Muchos ceros para la gente corriente, pero hay que entender que los profesionales del fútbol tienen una carrera profesional breve (en EE. UU. acentuado por el elevadísimo coste de la vida) y que ese panorama invita a la reflexión a los jóvenes que ven en este deporte su manera de ganarse la vida. Muchos prefieren buscar otros caminos.
Desigualdades dentro del vestuario
Si miramos la lista de los 10 jugadores mejor pagados de la MLS, cualquier aficionado al fútbol reconoce prácticamente todos los jugadores a primera vista: Messi e Insigne superan la barrera de los $15 millones anuales; Xherdan Shaqiri, Chicharito Hernández, Fede Bernardeschi, Sebastián Driussi y Héctor Herrera se mueven en un rango de entre cinco y ocho millones de dólares por temporada; y en el vagón de cola, Douglas Costa, Christian Benteke y Josef Martínez ganan más de $4 millones anuales.
Fuera de ese top-10 hay más nombres ilustres como los de Carlos Vela, Nicolás Lodeiro, Sergio Busquets, Jordi Alba, Riqui Puig o Giorgio Chiellini; además de talentos jóvenes incipientes de mucho nivel como Thiago Almada, Alan Velasco, Jesús Ferreira, Giacomo Vrioni o Facundo Torres. Talento a raudales con salarios óptimos.
El problema va más allá de esa clase privilegiada. Messi por sí solo cobra el 52% del gasto salarial total de su equipo; Insigne y Bernardeschi se llevan el 67%; Chicharito y Douglas Costa el 48%. Y como estos hay muchos otros casos, lo que evidencia que la regla del jugador designado (DP) sobrepagado solo funciona si el resto del roster tiene un sueldo promedio mayor. El ejemplo es que con los datos de 2023, en la MLS el mejor pagado cobra 304 veces más que el peor pagado; mientras que en la NBA esa diferencia se reduce a 46 veces, en la MLB es de 43 veces y en la NFL es de 30 veces.
Los jugadores se auto-limitan
El salario mínimo para los jugadores senior de la MLS es de $85.000 anuales, mientras que los jugadores con la categoría de suplementarios reserva apenas tienen un salario mínimo anual de $67.000. Por poner en contexto: en Estados Unidos un pediatra cobra $170.000, un sargento de policía $84.000 y un cartero de correos $64.000. En definitiva, los futbolistas de la MLS están infra-pagados y reciben mucho menos dinero de lo que generan en la industria del fútbol y en su liga en particular. La MLS ha sobrevivido antes sin Messi, puede sobrevivir sin él y en el futuro lo hará; pero los jugadores de la clase media-baja son los que sustentan el campeonato. Y no se les está valorando.
La MLS y la MLSPA se encuentran en el tercer año del Acuerdo de Negociación Colectiva (CBA) que pactaron en febrero de 2021. Ese acuerdo fue el tercero de este tipo en aproximadamente un año debido a que la Major League Soccer invocó una cláusula de fuerza mayor para renegociar el acuerdo como resultado de la pandemia de COVID-19. El CBA actual se extiende hasta final de la temporada 2027.
En aquellas negociaciones los jugadores pedían un aumento de los salarios… pero que no fuera demasiado. Los propios jugadores viven en la contradicción de querer mejores salarios, pero con aumentos testimoniales: si los sueldos fueran muy altos (y aumentase el tope salarial) los equipos contratarían mejores jugadores, por lo que los futbolistas que están ahora en la MLS se verían desplazados a tener peores contratos o incluso a tener que irse de la liga. En 2023 la liga está estrenando el nuevo acuerdo de streaming global con Apple TV que está triplicando el valor de los derechos, pero el aumento no se verá reflejado en los salarios hasta que no se renegocie el CBA — al igual que ocurre con todas las inversiones de nuevos patrocinadores corporativos. El futbolista medio de MLS recibe menos de lo que genera, en parte porque ellos quieren.
Las cosas deben cambiar, los jugadores de la MLS merecen pagos justos.